Un merecido descanso [Libre]

Tras una mañana bastante llena de clases, finalmente tuve un ansiado descanso, el cual aproveché para ir a la cantina a tomar algo, pues mi estómago comenzaba a pedirlo a gritos después de toda la mañana sin probar bocado y ensayando bastante duro las nuevas canciones.
Me senté en la mesa más alejada de la puerta y me senté con la espalda apoyada en la pared, como solía hacer cuando no estaba en clase, pues en el aula normalmente no me lo permitían. Cogí las nuevas partituras que había recibido esa misma mañana y las coloqué sobre la mesa, para después coger mi guitarra acústica, que era con la que me tocaba ensayar esos días. Comencé a tocar suavemente y me olvidé por completo de la cantina y de todo lo que tenía alrededor, ni siquiera era consciente de si había alguien cerca...

Estaba sentada en una de las mesas cercanas a la salida, aquella semana por suerte no me habia vuelto a meter en problemas ni habian tenido que recurir a mi padre con las simples palabras de, a la proxima expulsion del centro, era algo que en todas las escuelas, tanto artisticas como no, que habia estado me repetian continuamente, aun asi, jamas habian llegado a llevarlo a cabo, por el simple hecho de que era una alumna brillante con buenas ideas y demasiada imaginacion.

Levante la vista de el proximo trabajo de fotografia artistica que tenia que entregar en el justo momento en que a mis oidos llegaban un par de notas, la musica era una de mis segundas pasiones, sabia tocar el piano a la perfeccion, gracias a los dotes de mi difunta madre, aun asi, jamas quise dedicarme a ello.

Me levante del asiento en cuanto divise a la lejania aquella melena peliroja larga, Derek, por fin alguien que conocia. Fui hacia el sin pensarmelo demasiado y me puse detras suyo con una de mis sonrisas mas esplendidas.

- Me has hechado de menos pequeñajo -dije en el instante en que veia como volvia puntualmente de su trance con su guitarra-

Seguía tocando, totalmente inmerso en mi mundo, rodeándome de las notas que fluían de mi guitarra, arrancadas con mis dedos. Nunca me había gustado estudiar, y siempre había odiado todo lo que tenía que ver con el instituto, a diferencia de las chicas, pero cuando mis padres me comunicaron su decisión de inscribirme en la Escuela de Artes sentí que por fin podría hacer lo que más me gustaba, y esas clases sí despertarían mi interés. Lo único que verdaderamente me llenaba y hacía que me olvidara de todo era la música, y estaba dispuesto a aprender todo lo que pudiera respecto a ese mundo.
Continué con la canción que había empezado, olvidándome de las partituras que reposaban sobre la mesa, hasta que finalmente de las cuerdas surgieron las últimas notas y volví a mirar a mi alrededor, justo en el instante en el que una voz se dirigía a mí. Miré hacia el lugar de donde provenía y me encontré con Hayley.

- Claro que te he echado de menos... Como siempre - sonreí

Sonrei con la aprovacion escrita en mi rostro mientras pasaba por su lado paseando mi mano por sus hombros como solia hacer siempre que queria algo o que llevaba algo en mente, Derek me conocia lo suficiente como para tener aquello presente en todo momento, se podria decir que en cuestiones de sexo, drogas etc etc eramos bastante parecidos.

Me senté encima de la mesa que habia justo delante de el con las piernas cruzadas de manera provocadora mientras mi pantalon se ceñia aun mas a mi cuerpo, algo que Derek no tardo en repasar a su agrado.

- Ya veo que si -sonrei- Al final, nos volvemos a encontrar, el musico y la fotografa -vaya mezclas-

La forma en la que ambos nos conocimos no fue demasiado grata, musica, drogas, alcohol, sexo por medio y ambos sedientos de toda aquella mezcla explosiva lo que conllevaba a que ambos acabaramos entre sabanas agenas aquella noche, para entendernos, enrollandonos, aunque no acabo ahi.

Aún recordaba años pasados, cuando había conocido a Hayley. Alcohol, drogas y, sobre todo, sexo, mucho sexo. Tenía que reconocer que aquella chica que en ese momento tenía frente a mí sabía volverme loco, y lo pasábamos bien cuando nos encontrábamos, en una cama o en cualquier otra parte, el primer lugar que encontráramos, nos daba igual si nos daba el calentón.
Se sentó frente a mí mientras su pantalón se le ajustaba por la posición en la que estaba, marcando bastante el contorno de sus piernas, haciendo que mi mirada se desviase a aquella zona de su cuerpo sin poder evitarlo.

- Siempre terminamos encontrándonos... - dejé la guitarra en el suelo y volví a mirarla - ¿Qué te trae por estos lugares? Por la mesa, quiero decir... - me reí - Porque no creo que quieras algo de mí...

Me rei, vamos, Derek sabia a la perfeccion que cuando se me metia algoen la cabeza no tardaba ni dos segundos en intentar conseguirlo, aunquesiendo sincera siempre pese a todo lo que pudiera haber por medio loconseguia, era mi rutina, pero, en aquel momento la unica palabra queconstaba en mi cabeza era diversion, diversion escrita con mayusculas,eran tan divertido jugar con el tipo que tenia justo delante, se leveia a leguas por las pequeñas miradas llenas de lascividad que meenviaba lo que pasaba por su cabeza en todo momento.

- Lo que me trae por la mesa...mmm...- me puse un dedo en el labio- tu -sonrei- Por el centro...-señale mi camara de hacer fotos- ya sabes mi pequeña amante me puede -me rei-

Baje de la mesa sin pensarmelo dos veces pasando un simple dedo por su cuello o por la parte que su larga melena peliroja me dejaba pasar.

- Este curso va a ser realmente divertido -dije dandole un lijero beso en el cuello-

Estaba seguro de que se me notaba en la mirada qué pensamientos recorrían mi cabeza cada vez que estaba junto a Hayley, sobre todo si ella estaba dispuesta a provocarme, como parecía que ocurría en ese momento. Debía admitir que ninguna otra chica me había vuelto tan loco como ella, y aunque hubieran pasado algunos años, seguía reaccionando igual ante su presencia.

- Está claro que siempre la has preferido a ella - dije refiriéndome a la cámara - Pero creo que ella no te puede dar lo que yo te daba...

Se levantó y me acarició el cuello, antes de darme un beso en el mismo lugar, algo que hacía que se confirmase mi teoría.

- ¿Por qué estás tan segura de que será divertido? - la miré fijamente - ¿Qué te propones?

Me levanté y quedé justo frente a ella. Entonces di un corto paso hacia adelante y volvió a quedar sentada sobre la mesa, y yo a poca distancia de ella, mirándole a los ojos.

En ningun momento aparte la mirada de sus ojos, estaba bastante claro que a aquel juego nadie me ganaba, era un dar y tomar continuo con Derek, algo que llevaba haciendo bastantes años, se podria decir que lo conocia bastante bien, aunque nose si el preferia ahorrarse la parte en la que le jodia profundamente, un pequeño juego que habia acabado mal, con el por medio.

- Siempre es divertido, Derek -sonrei con maldad-

Me sente encima de la mesa inclinandome ligeramente hacia delante quedando ambos rostros a poca distancia el uno del otro.

- Ya lo veras que me propongo -pase mi lengua por sus labios muy lentamente, sabia que aquello le ponia tontito-

Sonrei con la victoria escrita en mi frente, mientras bajaba de la mesa y pasaba por su lado, sin decir nada, simplemente con una sonrisa que tardaria en borrarse.

Durante un buen rato, que bien podían haber sido segundos, minutos o incluso horas, estuvimos mirándonos fijamente sin pronunciar palabra alguna, hasta que sonrió y se acercó más aún a mí, claramente provocándome, o poniéndome a prueba, y yo no tenía claro si iba a poder resistir la tentación...
Entonces pasó su lengua por mis labios y un intenso calor me recorrió desde los dedos de los pies hasta la punta del pelo más largo de mi rojiza melena. Tras esto no dijo nada más, sino que se levantó de la mesa, pasó junto a mí y se marchó sonriendo, por lo cual no me lancé sobre ella, pues con el calor que sentía en ese momento, si no se hubiera ido, no sabía qué podía haber hecho...
Me di la vuelta y la observé de pies a cabeza según se marchaba.